Puede que cuando vayas a realizar alguna de las recetas que te haya dado como resultado nuestro buscador "Que cocino", pienses: no tengo ajo y te preguntes como lo sustituyo.
El ajo se usa como condimento en la cocina mediterránea para dar sabor y como elemento principal en salsas como el ajoaceite, su sabor y olor es muy diferente si esta crudo, asado o frito.
Al usarlo crudo tiene el problema de repetir su sabor en el aliento, esto se puede evitar en parte abriéndolo y extrayendo el germen o brote central que hay en su interior. También podemos poner los dientes de ajo en remojo durante una hora antes de la cocción y luego utilizarlos de una forma natural.
Crudo se usa tanto troceado muy pequeño en ensaladas o con tomates, como picado con aceite y perejil para condimentar platos.
Sepia con ajo y perejil. Detalle de la foto de Juan Emilio Prades en Wikipedia.
Al cocinarlo el olor y el sabor se matizan. Para evitar que pierda sus propiedades cocinarlo poco. Una de las formas más habituales de usar el ajo es laminar los dientes de ajo y freírlos para aromatizar el aceite.
Se usa laminado muchas veces para verter luego el aceite con los ajos laminados sobre el pescado o la carne ya guisado o cocido.
También se puede cocer o asar dientes enteros y sin pelar, muy usados en asados de carnes o guisos de legumbres, algunos los quitan una vez terminado el guiso para que no se encuentren, ya que han dejado el sabor durante la cocción.
Los ajos guisados o asados tienen un sabor más dulzón y son muy cremosos, hasta se podrían untar.
El ajo ofrece a los distintos platos aroma y un sabor picante, más en crudo que guisado o frito. Para aromatizar los sofritos o los guisos podemos usar otros ingredientes o especies con intenso sabor y algunos también con un toque picante.
Podemos utilizar cebolla en pequeñas cantidades, un poco más que de ajo ya que dará un sabor más dulce y más suave al plato. Cebolla en polvo y la sal también se puede utilizar en lugar de cebolla fresca.
Sobre todo funciona en sofritos y guisos, la cebolla no tiene las propiedades aglutinantes del ajo en salsas como el ajoaceite. Al usarla en crudo si que ofrece un toque picante aunque menos intenso que el del ajo.
El apio es uno de los sustitutos más populares de ajo. Es un vegetal que en crudo muchas veces no agrada, ofrece un sabor acre muy intenso, algo amargo, ligeramente anisado. Tanto las pencas que es la parte blanca como las semillas de apio (con las que se hace la sal de apio) son muy aromáticas.
Para aromatizar sofritos lo gastaremos en crudo rallado, le va a dar sabor pero no tendra un punto picante que si se quiere habrá que añadirle otra especie como la pimienta o la guindilla. Tampoco tiene las propiedades aglutinantes del ajo en salsas como el ajoaceite.
En los guisos lo podemos usar tanto crudo como en polvo y le aportará aroma. Al igual que funciona bien asado al horno acompañando un arroz con carne, le aportará aroma y quedará más suave al comerlo como ocurre con los ajos.
Tiene un sabor muy intenso, es recomendable usarlo en pequeña cantidad si no queremos que se apropie del sabor general del plato.
Una alternativa más dulce al ajo, el hinojo tiene un sabor único aunque tiene un parecido al apio y retoma la textura de las cebollas cuando se cocina. Es más dulzón que el ajo y no tiene las propiedades picantes.
Usamos los bulbos blancos de la parte inferior de la planta, son mejores los pequeños que necesitan menos tiempo de cocción. Se puede añadir crudo a ensaladas cortado en tiras al igual que hacemos con la cebolla. Al igual que el apio no nos sirve para aglutinar salsas como el ajoaceite.
Si lo vamos a usar en un sofrito lo cortamos en tiras o trozos pequeños. Guisado lo podemos usar tanto fresco como las semillas que tienen un sabor parecido al del anís, dará al guiso un sabor anisado que recuerda algo al ajo.
Al igual que el apio lo podemos usar como sustituto del ajo para aromatizar platos y lo haremos con moderación si no queremos que sature con su personalidad el plato.
El jengibre como los ingredientes anteriores ofrece un sabor intenso al plato y en este caso si ofrece un toque picante sobre todo usándolo crudo al igual que el ajo.
Se puede usar fresco picado finamente, machacado o cortado en palillos, para aderezar muchos platos. Rallado o en polvo se usa para marinar o sobre el plato ya cocinado para que mantenga el sabor intenso y picante.
Picado se puede añadir al sofrito para darle aroma y un toque picante. O usar un trozo en un guiso durante la cocción y luego retirarlo. Combina muy bien con el zumo o la ralladura de limón y miel para hacer una salsa agridulce.
Como los anteriores no posee la característica de aglutinar salsas como el ajoaceite y el sabor es muy diferente menos dulzón. Aún así juntoa a el aceite y el perejil se puede hacer una salsa aromática y picante para acompañar a los platos.
Tienes más información en la web de Cuerpo Mente en su Guía de Alimentos en su artículo sobre el ajo.
Tienes más información en la web de Cuerpo Mente en su Guía de Alimentos en su artículo sobre el apio.
En la enciclopedia del cocinista nos habla del hinojo dentro del apartado de especias.
En la enciclopedia del cocinista nos habla del jengibre dentro del apartado de especias.
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