En nuestro buscador "Que cocino" usamos grupos de ingredientes, en este grupo hemos añadido algunas hortalizas de raíz, en concreto el nabo tanto blanco como amarillo y la chirivía.
El nabo y la chirivía son unas hortalizas de raíz con un sabor muy intenso y picante, sobre todo la chirivía que aporta toques anisados sobre todo una vez cocido.
El nabo es menos dulce en la chirivía y con un sabor más suave sobre todo el nabo blanco el amarillo tiene un gusto más intenso y un poco amargo.
Aunque la zanahoria podría estar en este grupo porque en algunas recetas podría sustituir a la chirivía nos hemos colocado porque hay mucha diferencia a nivel de color y el sabor aunque es dulzón como la chirivía no tiene El punto picante y el toque anisado de la chirivía que la hacen muy particular.
Para cocinarlas se pelan, se usan mucho en caldos y platos de cuchara, también se usan en cremas, puré o incluso fritos como chips.
Está claro que al sustituirlos el plato no va a tener el mismo sabor son dos verduras que se comportan muy parecido pero con sabores diferentes.
Si se sustituye el nabo por la chirivía, al tener un sabor más intenso conviene reducir un poco la cantidad y añadir por ejemplo patata que absorbe y reduce los otros sabores.
En cambio si sustituimos la chirivía por el nabo conviene que añadamos algún producto que ofrezca dulzor al plato, calabaza o zanahoria.
Cuando hablamos de nabo hay que tener en cuenta que hay muchos tipos, en España se conoce sobre todo el nabo blanco y en nabicol que es amarillo anaranjado.
El nabo blanco es más suave y contiene mucha más agua, el color interior es blanco y una vez cocido se hace traslucido. Conviene usar los de tamaño mediano y pequeño, firme y pesado de piel lisa, de color blanco a violeta. Tiene un sabor parecido al rábano y la textura crujiente, estos nabos son ideales para hacer ensaladas o simplemente aliñarlos con aceite de oliva y sal.
El nabicol tiene un sabor más intenso y el interior va del color amarillo claro al anaranjado. También usar los de tamaño mediano o pequeño, porque es una raíz y al hacerse grande se hace más fibroso, estos tiene una piel con tonalidades amarillas.
Contiene muy pocas proteínas, hidratos de carbono y grasas. Sin embargo es muy rico en minerales y vitaminas. Sobre todo ácido fólico y potasio.
El nabo es un cultivo de clima templado y frío y se recoge de septiembre a febrero, sobre todo de noviembre a enero, como nos cuentan en Soy de temporada.
Tienes más información sobre el nabo en la web de Eorski Consumer dentro del apartado de hortalizas y verduras en el artículo sobre el nabo.
Es un alimento muy apreciado una prueba es la existencia de la cofradía de amigos de los nabos.
Con una forma parecida a la zanahoria tiene un sabor anisado y menos popular que otras hortalizas.
La chirivía tiene más vitaminas y fósforo, potasio y magnesio. Encontramos un 18% de hidratos de carbono de liberación lenta en forma de almidón, un 5% de azúcares y un 5% de fibra.
Usar preferentemente las pequeñas o medianas porque las grandes son más fibrosas. No usar las que tengan manchas marrones.
La mayor parte de los nutrientes se encuentran cerca de la piel, por lo tanto, no conviene pelarla demasiado.
Aporta a los platos su toque anisado y un poco picante, dando al caldo un sabor dulzón que aumenta cuanto más tiempo se tiene cociendo.
Se puede comer cruda en ensaladas tiene un punto picante, cuando la cocinamos, se potencia su sabor dulce y anisado.
La chirivía también esta muy buena cortada en tiras y asadas al horno con un toque de aceite y hierbas aromáticas.
Se encuentra durante todo el año, aunque en España su temporada es de mayo a agosto
Tienes más información sobre la chirivía en la web de tuberculos.org.
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