Lechuga de roble en tempura. Foto propia
Las verduras rebozadas y fritas en tempura, son un plato o entrante muy agradable por su morder crujiente y sabor intenso. En este caso proponemos hacerlo con la lechuga cosa poco usual, nos sirve cualquier tipo de lechuga no quedan igual de bien la rúcula o los canónigos.
2 Comensales
lechuga o escarola o rúcula o canónigos
3 Hojas
harina de trigo o de maíz
1 Taza de café
huevo o cerveza
1 Unidad
levadura o bicarbonato
Al gusto
La masa de tempura es una masa liquida para rebozar que queda muy ligera, fina y crujiente.
La base es harina de trigo mezclada con yema de huevo, levadura en polvo (podemos sustituir la yema y la levadura por cerveza) y agua muy fría, muchas veces se añaden hielos a la mezcla para enfriarla un poco más.
Se bate todo hasta que cree una crema liquida en la que sumergiremos las lechugas.
Lavamos y secamos las hojas de lechuga y las cortamos en trozos que sean cómodos para coger y comer dándole bocados.
La lechuga contra menos rugosa sea mejor, porque las ondas hacen que retenga más aceite y complican la fase de escurrir.
En una sartén ponemos bastante aceite, lo mejor el de semillas, de manera que las hojas se queden sumergidas cuando las pongamos a freír.
Una vez el aceite esta bien caliente. Vamos sumergiendo primero las hojas en la tempura, escurrimos y ponemos en el aceite para freírlas hasta que estén doradas. Las sacamos y ponemos a escurrir sobre papel de cocina. Si la lechuga es de roble o escarola que son muy rizadas hay que escurrirlas lo mejor posible, dándole vueltas en el papel de cocina.
En Petitchef lo hacen junto a calabacín [Ver más.]
En A Rañada lo hacen con lechuga de mar, se trata de un alga que normalmente la podemos encontrar seca y tenemos que hidratarla primero. [Ver más.]
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